Como empezó todo...no lo sé, no lo recuerdo con certeza... ni cuando. La realidad es que un día me vi cortando madera y uniendo pedazos hasta formar algo, sólo algo. De ahí el resto ha sido una serie de experimentos (muchos fallidos) y logros a través de los cuales he aprendido lo poco/mucho que sé de Carpintería y que me ha servido no solo de oficio, sino de distracción, desahogo y afición.
Esta actividad me ha ayudado sin querer a no perder mis pocas habilidades matemáticas, aritméticas y geométricas, ya que son esenciales para la creación de cualquier proyecto de Carpintería. Sumas, restas, multiplicaciones y - más que nada - fracciones... esas odiosas